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El autoconsumo consiste en utilizar la radiación que proviene del Sol para generar electricidad, que puede ser utilizada para cualquier fin, es decir, al hecho de producir nuestra propia energía se le conoce con el nombre de autoconsumir. Cualquier equipo o instalación que consuma electricidad puede ser abastecido por una instalación de autoconsumo.
Podemos hacer dos clasificaciones de las tipologías de autoconsumo “Autoconsumo individual” o “Autoconsumo colectivo” y por otro lado “Autoconsumo con excedentes” o “Autoconsumo sin excedentes”. Siempre que hablamos de autoconsumo, nos referimos a instalaciones en las que además habrá un suministro eléctrico dado de alta o activado y cuyo fin es el de complementar el abastecimiento de energía que proporciona la instalación solar, en los momentos en los que la instalación produce poco por el descenso de radiación, por la noche o simplemente cuando toda la demanda de energía no pueda ser cubierta por la instalación solar.
Hablamos de autoconsumo individual cuando la instalación se utiliza para abastecer de energía a un único consumidor o lo que es lo mismo, cuando hay sólo un punto de suministro dado de alta y asociado a esa instalación. Cuando existan varios consumidores o varios puntos de suministro vinculados a una instalación de autoconsumo, entonces estaremos hablando de “Autoconsumo colectivo”. Por ejemplo, una comunidad de propietarios, o una urbanización en la que existen varios suministros dados de alta y que deciden compartir una instalación solar para repartirse entre todos la energía que genera, será considerada como una instalación de autoconsumo colectivo.
Se dice que una instalación de autoconsumo tiene excedentes cuando el consumidor no es capaz de aprovechar toda la energía generada por ésta y por tanto le sobra, es decir, tendrá un exceso de producción. Es posible que la instalación no tenga excedentes, esto se dará en dos posibles situaciones, por un lado cuando el consumidor sea capaz de consumir todo la energía generada por la instalación, bien porque ésta esté muy bien dimensionada y su patrón de consumo se ajuste mucho a la curva de producción o bien porque tenga un consumo muy elevado y la instalación sólo alcance a proporcionarle un % pequeño de la energía necesaria debido a un escaso espacio para colocar paneles.
La energía que se vierte a la red se podrá gestionar de dos formas, se podrá compensar en la factura de suministro (compensación simplificada) o bien se podrá hacer un contrato de venta de energía para lo cual será necesario darse de alta como productor y se cobrará esa energía al precio que cada mes determine el pool energético. Otra posibilidad para gestionar los excedentes es almacenar la energía que sobra en baterías para tenerla disponible en el momento en el que sea necesaria.
Un auto consumidor podrá acogerse a la compensación de excedentes cuando la instalación de producción sea menor o igual a 100 kW, en el caso de que la potencia sea superior a 100 kW la energía se vendrá en el mercado por medio de un contrato de representación de mercado realizado con la comercializadora.
En la factura, se realizará una valoración de los excedentes a un precio previamente estipulado que en el caso de Fenie Energía es de 0,049 €/kWh. La compensación cosiste en valorar los excedentes a ese precio para posteriormente restarlo de la factura. El consumidor seguirá pagando la parte fija del recibo, es decir el término de potencia y los impuestos, y como mucho se podrá compensar el importe correspondiente a la parte variable de la factura, es decir al importe de los kWh consumidos. Esa parte nunca podrá negativa, por lo tanto la cantidad máxima a compensar será la que haga que ese importe sea cero. Se trata de una compensación en términos económicos más que energéticos.
Una instalación de autoconsumo está formada por varios elementos:
Como en toda instalación eléctrica habrá cableado y protecciones para las líneas eléctricas.
El precio de una instalación de autoconsumo puede oscilar dependiendo de diferentes factores, por ejemplo, el tipo de estructura que se utilice, la calidad de los componentes tales como los paneles y el inversor solar. Lo importante de una instalación de autoconsumo no es valorar el precio, si no realizar un estudio adecuado y personalizado teniendo en cuenta las necesidades del consumidor y que le permita aprovechar al máximo la energía generada y aumentar al máximo el porcentaje de ahorro conseguido. ¿Damos precios?
La superficie que ocupa la instalación variará en función del tamaño de esta, para hacernos una idea, una instalación de 1 kWn estaría formada por 2-4 paneles en función de la potencia de éstos, lo que por cada kW ocuparíamos una superficie entre 4 y 6,5 m2
Para realizar una instalación de autoconsumo hay que realizar algunos trámites cuyo fin es legalizarla y registrarla ante los diferentes Organismos. Dependiendo de diferentes factores, la tramitación cambia algo.
SIEMPRE, pero es necesario realizar un estudio de las necesidades reales que tiene el consumidor para que la instalación esté correctamente dimensionada y el aprovechamiento de la energía generada sea el máximo posible. Esto permitirá que el ahorro también sea el mayor posible. El ahorro variará dependiendo de varios factores como por ejemplo, el patrón de consumo del cliente, centralizar la mayor cantidad posible de energía consumida de la fotovoltaica a las horas en las que más produce la instalación es garantía de un gran aprovechamiento de la instalación solar y por lo tanto garantiza un porcentaje elevado de ahorro.
Cuando se habla de autoconsumo, sólo se nos ocurre hablar de ventajas, en lo referente al medio ambiente, con la generación solar se consigue evitar la emisión de CO2 a la atmósfera. Es muy corriente hablar de toneladas de CO2 no emitido pero hacer un balance fiable es complicado ya que depende de la fuente de energía que se esté sustituyendo, en términos generales podemos hablar de 0,38 Kg de CO2 por cada KWh generado con fuentes renovables. En la parte económica convendría hacer distinción entre el tipo de consumidor que decide autoconsumir la energía generada por su instalación solar. Si nos referimos al un consumidor doméstico la repercusión económica sobre su factura es importante, podemos hablar de valores de en torno al 20% de ahorro en factura, en otro tipo de consumidores es importante no sólo valorar el ahorro monetario, también es importante valorar la repercusión social que puede tener ser autoconsumidor, a nivel empresarial, no sólo es importante el ahorro obtenido en la factura, es importante valorar la repercusión que tiene que la empresa tenga imagen de innovadora a nivel tecnológico o que sea capaz de gestionar la producción de sus productos con fuentes de energías renovables. Podemos hablar de ahorros de hasta un 50% en el consumo de energía lo cual le permite ganar competitividad reduciendo los costes de producción.